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Sufro depresión. ¿Puedo transmitirla a mis hijos o haberla heredado?

Seguro que has oído alguna vez sentenciar el motivo de una depresión, a que su padre o su madre también eran depresivos. 

Hoy, Día Europeo de la Depresión, queremos hablarte sobre si realmente existe un componente genético que indique que la depresión es hereditaria, es decir, si tus padres pueden transmitírtela, o si tú la padeces, tus hij@s también la padecerán. 

Si bien es cierto que existe la depresión endógena, aquella que tiene un origen biológico o componente genético, esto no predispone que, sea hereditaria. Es decir, si existe un caso en la familia o más de uno, sea un factor determinante para desarrollar la enfermedad. 

Y es que debemos tener muy en cuenta los factores ambientales y emocionales (experiencias traumáticas como un proceso de duelo, inestabilidad en el trabajo o en el hogar) causantes en gran medida de esta enfermedad. Y sobre todo, como se reacciona de manera individual ante estos condicionantes. 

Así pues, a día de hoy no sabemos aun si existe una correlación directa entre el genotipo y el fenotipo. Sí podemos decir, que la depresión es más frecuente en mujeres que en hombres. Y es más fácil desarrollarla en ambientes que la favorezcan, como puede ser entornos estresantes, ya sean geográficos, sociales, familiares, educativos o económicos.  

Por ejemplo, la Covid-19 ha sido un efecto devastador en el desarrollo de estados depresivos. El aislamiento, el miedo al contagio, la pérdida de familiares y amigos, y la crisis socioeconómica derivada ha disparado los índices, tanto en adolescentes como en adultos, de trastornos de salud mental y emocional, sobre todo depresión y ansiedad. 

La OMS prevé que, enfermedades como la depresión superarán a las enfermedades cardiovasculares en breve. De aquí la importancia que se destinen más recursos a la investigación en este campo, y en la incidencia genética para determinar si una persona puede llegar a desarrollar la enfermedad, y si puede ser hereditaria. 

Ahora bien, el estudio farmacogenético sí que es de gran ayuda en estos casos, ya que tu respuesta a los fármacos está determinada genéticamente. 

En el tratamiento de enfermedades psiquiátricas, como la depresión, se prescriben numerosos medicamentos que pueden llegar a tener efectos secundarios graves, por lo que las dosis que se suministran deben ser muy precisas.

Un buen ejemplo son los pacientes con una mutación de COMT, que pueden experimentar una profunda alteración del metabolismo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y requieren de una dosificación más cuidadosa.

Otro ejemplo es el daño a los genes CYP2D6 o CYP2C19, que puede alterar el metabolismo de los antidepresivos tricíclicos o el daño al gen DRD2, que puede afectar la respuesta del paciente a los neurolépticos.

La variante del gen OPRM1 conocida como rs540825, en cambio, se ha asociado con una mejor respuesta al citalopram en pacientes con depresión. Los pacientes que tienen esta mutación, y toman citalopram disfrutan períodos más prolongados sin síntomas de la enfermedad.

Defendemos la medicina de precisión personalizada, preventiva y predictiva que nos ayude a saber qué fármaco y a qué dosis es más seguro y eficaz, así como aquellos que no deben tomarse.

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